Nombres como Camaraco, La Evangelista, Isla del Tesoro, Isla de los Mil Nombres, Isla de los Desterrados, Isla de Pinos... fueron dados a está ínsula durante siglos, hoy en día llamada Isla de la Juventud.
La Isla de la Juventud es uno de los parajes más pintorescos del Caribe, tanto por sus leyendas relacionadas a corsarios y piratas como por su riqueza natural que la envuelve.
La parte meridional de la isla posee una exuberante vegetacion y una variada fauna, escondiendo gemas naturales como el Parque Nacional Ciénaga de Lanier, el Parque Nacional Marino de Punta Francés y varias reservas ecológicas como la de los indios, el punto más sureño del continente americano donde anidan grullas.
En el sur viven pocas personas y muchos cocodrilos. Hay playas vírgenes de increíble hermosura como Playa Larga, un interesante criadero de tortugas y genuinos pueblos de descendencia caimanesa y jamaicana como Carapachibey o cocodrilo.
Es un lugar apacible, especialmente para los que deseen encontrar la tranquilidad rodeado de la belleza de la naturaleza genuina cubana. La Isla es famosa por muchas cosas, por su museo del Presidio Modelo, por su cerámica, por la hospitalidad de sus habitantes y muy especialmente por sus arenas negras.
La Isla representa varias condiciones que le ofrecen al turista: Gente humilde y especial, te brindan amistad de verdad, su belleza natural, sus playas, seguridad en todas las partes que recorres, es un lugar repleto de playas vírgenes, de aguas cálidas y turquesas, donde el placer, la diversión y el descanso se mezclan con este paisaje esplendido.
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